Hormonas - las mensajeras químicas que nos orquestan

FUNCIONES

Funcionan como grandes mensajeras, ya que su propósito es dar la orden a otras células que realicen determinadas funciones.

Orquestrando así importantes funciones en el organismo, como nuestra respuesta metabólica, nuestra capacidad reproductiva y de crecimiento, nuestro estado de ánimo, el sueño, el ciclo menstrual, la presión arterial, el azúcar en sangre, entre muchas otros.

IMPORTANCIA

Las glándulas endocrinas y sus productos hormonales están a cargo de la regulación general del organismo así como también de la autorregulación de un órgano o tejido.

Por eso es tan importante cuidarlas y mantenerlas en correcto funcionamiento.

CÓMO CUIDARLAS

Las hormonas pueden ser estimuladas o inhibidas por:

Otras hormonas.
Alimentación y concentración plasmática de iones o nutrientes.
Neuronas, actividad mental y emocional.
Factores ambientales como luz (incluyendo la artifical), humedad (incluyendo la de casa), temperatura, aire, agua y tierra contaminados.
Medicamentos y sustancias químicas como disruptores endócrinos (presentes en muchos productos de uso diario como de limpieza y cosmética).
Microplásticos.

SÍNTOMAS

Hoy en día, al estar tan expuestos a muchos de estos factores desequilibrantes, hay una gran necesidad de regular la función endócrina a nivel colectivo.

ALGUNOS SIGNOS DE SU DESEQUILIBRIO:

Cambios en el peso corporal sin razón aparente.
Cambios en el estado de ánimo, como depresión, ansiedad o irritabilidad.
Problemas de memoria y concentración.
Problemas de sueño, como insomnio o somnolencia excesiva.
Cambios en la libido o en la función sexual.
Problemas de la piel, como acné o piel seca.
Trastornos del ciclo menstrual.
Fatiga crónica o falta de energía.
Problemas digestivos.
Inflamación crónica.
Enfermedades autoinmunes.
Pérdida de cabello o cambios en la textura del cabello.

ABORDAJES

Te dejamos algunas medidas diarias que podes adoptar (sin exigirte):

Cuidar la alimentación (incluyendo su proveniencia, si tiene o no aditivos, agrotóxicos, etc.)
Reducir factores estresantes (incluyendo vínculos) y adoptar herramientas para poder manejarlo sin que te sobrepase.
Hacer ejercicio regularmente (si es una actividad que te genera placer, mucho mejor)
Priorizar tu descanso (incluyendo ocio y actividades recreativas) y tus horas de sueño.
Reducir la exposición a toxinas ambientales y químicos industriales de muchos productos de uso diario.
Regular la luz: no usar pantallas a penas despertas o antes de dormir y usar luces bajas o infrarrojas cuando baja el sol.
Visitar espacios naturales reales (no creados por el humano) regularmente.
Hacerte masajes linfáticos, cepillado en seco o terapia de contraste frio-calor para potenciar la eliminación de toxinas.
Eliminar la humedad de tu casa y cambiar la pintura si es de plomo.
Reemplazar sartenes y ollas de teflón por hierro y tablas de plástico por madera.
Suplementar diariamente con nootrópicos y adaptógenos para potenciar la recuperación del equilibrio endócrino:

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Poderosos aliados que nos pueden acompañar diariamente con su apoyo al cuerpo en la recuperación hormonal y homeostasis en general.